Sé que no es fácil tocar los sueños,
pero me resisto a pisar tanto suelo
con la punta de mis dedos.
Sí, ya sé… pero si en algún momento,
cuando menos lo espere,
me tocase un sueño con sus manos,
deseo que los límites del realismo,
o el tupido velo de las dudas,
no puedan sujetarme ni cegarme
para tomar lo que me pertenece,
sencillamente por haberlo soñado…