A medio gas nos quedamos a medias en el ruido del mundo.
Es necesario hacerse silencio e invertir las fuerzas que se desgastan, en fortalezas que nos regeneran.
Es necesario hacerse visión por encima los oscuros agujeros que debilitan.
Es necesario soltarse de fragmentos que se entrechocan en la contradicción.
Es necesario unificarnos, sobre todo por dentro, porque hacerse uno es hacernos todo en la realidad.
Es necesario saber esperar el momento, ser pacientes y no perdernos en la explosión de un instante, sino aprender a conducir ese poder, sea lo que sea que podemos, hacia el propósito de trascender en lo que ya somos y nos espera desde siempre…