El amor, el verdadero Amor, pone siempre la gran prueba de amar aquello que no aceptas por no comprenderlo; conduce siempre a la fusión, a la totalidad. Y cómo podemos ser totales si no aceptamos cosas nuestras o de los demás…
La clave del asunto está en afirmar tu senda en la constante encrucijada de caminos sin que esto suponga un rechazo de las otras direcciones. Soltar es elegir sin rechazar, puesto que de lo contrario vas cargando en tu pensamiento, en tus emociones, en tu particular mochila, el peso de lo que quieres dejar atrás…