Doy gracias por tantos encuentros entrañables que se dan en la comunicación, a veces verbal, a veces en un cruce de miradas que florecen en sonrisas al encontrarse… Y es que sucede que a veces nos paramos a buscarnos y otras nos despedimos en la fugacidad del segundo que nos permite reconocernos. Y no hay más fotos que exponer, ni más aplausos que solicitar, ni más que decir, porque dos silencios se han hablado y dos miradas se han visto…
Girasoles al amanecer en Purchil – Granada
¡¡¡Gracias, Purchil, por ese encuentro que le dio voz a los girasoles y a otras flores de vuestro jardín!!!