Es verdad, son verdad las muchas cosas buenas de la vida y las muchas cosas genuinas de nosotros mismos. También es realidad ese otro laberinto de vías y encrucijadas y entresijos externos, del cual podemos sustraernos, pero no irnos, sino con-vivirnos en la mejor forma que podemos y sabemos hacerlo.
Y es cierto que, observando la energía y el tiempo y el esfuerzo de cada paso por el día a día, veo que la con-vivencia hace acrobacias entre tantos contrastes que nos desplazan y sujetan en los extremos de la identificación… y ese afianzamiento en lo Único que Ahora Es, donde, ligeros de todo lo demás, podemos soltarnos, descansar, y vivir-Nos…