Alguien me dijo una vez que nunca brota una flor por muchas semillas que pongas en una piedra.
Luego comprendí que sí, que puede suceder lo imposible cuando hago lo posible.
Y esto mismo sucedió la vez que lancé una semilla de amor al vuelo, por no dejarla en mitad del camino expuesta a ninguna suela de algún zapato.
Yo no digo que sea para tropezarse, pero las piedras están por todos lados y en una de éstas cayó mi semilla de amor. Concienzuda yo, me fui a buscarla para ponérselo más fácil y dejarla sobre la tierra. Lástima que, entre tantos peñascos, ya no la encontré.
Entonces fue cuando el momento me dijo:
«No te preocupes por lo que de ti no depende. Marcha tranquila porque tu intento ya hizo la siembra y mira cómo floreces tú entre tus piedras…»
Autor: Angela Castillo
Árboles
¡Ay, si los árboles hablasen…!
Y, sí, déjame creer que los árboles hablan, que entablan un permanente diálogo en sus refrescantes sombras. Dicen en el crujir de sus ramas, en el murmullo de sus hojas movidas por el viento. Quiero pensar que dialogan con los silbidos de las aves que en sus recovecos hacen nido. Puedo sentir cómo nos dan su amor transformando los fluidos del aire en oxígeno, en aliento para la vida, a la vez que nos regalan el perfume de sus flores y la dulzura de sus frutos.
¡Tantas cosas innombrables que ellos dicen, y nos hemos dicho a la sombra de un Árbol! Y, ahora que lo pienso, ¿no fue acaso, todo cuanto dijimos tú y yo, el diálogo que por siempre han mantenido el viento y las ramas?…
El oasis
Rodeados de desierto al frente,
de indiferencia a ambos lados, y de caos por detrás.
Atravesemos pues el desierto. ¡Adelante, pues!
El caos y la indiferencia no nos tocarán
si no los hacemos confortables en la travesía.
Porque, a su manera, el desierto
puede convertirse en un caos sin definir:
donde da igual todo, la dirección a seguir también es indiferente.
Y aún así, avancemos hacia el frente.
¡Optemos por el desierto frente a la frialdad y el sinsentido!
Él nos recordará en algún momento que el oasis no está hacia el norte
ni hacia el sur, ni hacia el este ni hacia el oeste.
El oasis está en el centro. Y el núcleo es vacuidad.
El oasis nos encontrará a nosotros entre un grano de arena y otro.
Inocencia
Como dos niños inocentes nos he visto.
Sin historia pegada a los ojos.
Sin pasado ni futuro que nos haga culpables por ser quienes somos.
Como dos niños felices de encontrarse, de jugar sin escondites,
de hablar el mismo lenguaje.
Como dos niños que no tienen nada, y tienen todo para darse…
El preciso instante
Tardamos una barbaridad de tiempo en aprender a vivir, a sentir, a percibir el preciso instante que estamos viviendo.
Situamos nuestro enfoque, bien en los recuerdos del pasado, bien en las ilusiones o expectativas del futuro.
Y al presente lo dejamos de lado, aparcado cual si fuera un auto, conduciéndonos mentalmente por delante del propio ritmo, del propio tiempo; por encima o por debajo del combustible real, de las fuerzas con las que contamos.
El caso es que no es un problema de hacer o no hacer las cosas correctamente.
Ni siquiera es una cuestión filosófica o abstracta de vivir en la eterna pregunta combinando sus infinitas réplicas.
Es en el contexto personal de cada vida, donde encontramos ese conjunto de respuestas, que son respuestas básicas para cada cual, porque llevan consigo la clave de quién y cómo soy ante la sencillez, naturaleza y naturalidad de la vida diaria, cotidiana, corriente… y tan presente en cada preciso instante.
Magia
Es posible que en el futuro estén ya todas las cosas escritas, pero el presente es inédito y se decide ahora.
Las cosas, cuando son sinceras y nacen de esa fuente inagotable que significa la inspiración, la presencia, la entrega, tienen una incalculable proyección.
Cuando una acción, sea la que fuere, tiene corazón, su propósito viaja por el infinito y a la vez se enraíza en el universo inconmensurable del instante que estás viviendo.
Así concibo la magia, como ese poder que puede y, sin embargo, no fuerza los fenómenos reales y naturales que se originan adentro y se expresan hacia afuera.
A esto llamo magia, y en realidad es la vida…
Vacuidad
A veces quisiera dar un salto y ponerme en las cimas del ser,
donde el pensamiento y el sentimiento expresan lo mismo,
pero sé que, aunque por instantes lo consiga,
son los pasos y el recorrido los que desarrollan la voluntad
y consistencia de seguir avanzando sobre la invisible línea
que nos sostiene entre un lado y otro de la vacuidad…
Escribe la vida
Escribo con mi vida.
No está mi pluma protegida de la redundancia
ni está el verbo ileso de la vivencia.
Escribo lo que viven las letras
y vivo lo que muestran las frases.
Imprimo el pensamiento por el puro gozo de crear,
mas no por conseguir la dicha,
no porque la plenitud esté en una página.
No digo las cosas ni hago los trazados
ni exprimo el entendimiento para ser más
de lo que soy sin adjetivos.
Escribe la vida cuando se colma de mí
y me derrama como tinta de palabras…
Entrega
Siente amor en el instante de cada entrega,
porque lo que das sin amor, te lo robas
y lo que entregas con amor, te lo das…
Acepta que no sabes qué números nacen
por detrás de tu contabilidad.
Esa aceptación enciende una lámpara en la oscuridad.
Y cuanto más claro ves, menos peleas con las sombras,
con más nitidez puedes darte a lo que amas…
Renovación
Solamente puede volver a llenarse
aquello que ha sido primeramente vaciado.
Para vivir cada segunda oportunidad,
nueva, única, no repetida,
también hay que derramarse de la propia historia personal.
Solamente en el vacío oculto
reverdece la esperanza que, transparente y silenciosa,
reclama el amanecer de una vida con Agua y Sed renovadas…
Hasta siempre, Domingo
Gran compañero, confidente, amigo…
Mi gran maestro, mi Gran Amor…
Tu canto silbará por siempre en mi corazón…
¡Hasta siempre, Domingo!
No hay más que ahora
No hay más que lo que este ahora tiene para entregarme.
En la manera en que acojo este momento,
así estoy entregándome a la totalidad del Gran Instante.
Parece, sin embargo, que siempre falta algo en el todo de un momento,
de cada instante colmado de una plenitud que duele
porque quiero saciarme de totalidad sin perder, sin entregarme.
No hay más que lo que este ahora me entrega.
Todo cuanto busco y anhelo está en otra parte, en otro instante.
Lo puedo asumir como una reproducción de ausencias
o lo puedo vivir como una comunión con la Presencia.
Y, después de tantos momentos de ausencia, de carencia,
elijo el instante en Presencia, en entrega.
Éste es mi presente de amor.
Así es la Presencia que mira por mis ojos
y los cierra a todo lo demás, para yo que te sienta.
Entre párrafos y realidades
Para empezar ……………………………………
Ya entiendo, para empezar puedo permitir los puntos suspensivos en mis conclusiones vitales, los mismos que suspenden una frase concediendo la libre interpretación o definición o veracidad de su desenlace.
Y ¿para continuar?
Ya entiendo, para continuar acepto el espacio detenido, suspendido entre un párrafo y una realidad (la demora, el impedimento, la pausa, la dificultad…) y, llegado a mí el momento propicio, empiezo de nuevo por el final…
Historia de un caballo
Me contaron hace poco sobre la feliz recuperación que el magnífico ejercicio de escribir ejerció sobre un loco internado muchos años en un manicomio.
Un día se acerca nuestro amigo al despacho del director para informarle que, en su opinión, se percibe a sí mismo completamente cuerdo, después de haber tomado la sabia decisión de escribir un libro.
El director, interesado y atento, le pregunta por el título del libro, a lo cual el loco responde: “Historia de un caballo”
El director le anima a escribirlo, pidiéndole que, una vez terminado, vuelvan a encontrarse.
Seis meses más tarde, el loco vuelve al despacho del director para comunicarle que ya está terminado el libro y se puede proceder a su lectura.
El director, complacido, ve caer sobre la mesa un manuscrito de 587 páginas. Toma el tocho en sus manos y comienza a leer.
Título: Historia de un caballo
Autor: Un loco cualquiera (felizmente curado)
Prólogo: Más rápido que el viento
Primera página: tracatrá
Segunda página: tracatrá tracatrá.
Tercera página: tracatrá tracatrá tracatrá
Cuarta página: tracatrá tracatrá tracatrá tracatrá
Así, hasta llegar a la penúltima página del gran volumen. Pero, antes de pasar a la página 587, el director mira fijamente a los ojos del loco y le pregunta: “¿Cómo termina esta historia?”
A lo cual, felizmente curado, responde el autor: “Sooooooooo”
Open Heart
En un magnífico escenario con parajes preciosos, se celebró el Festival Internacional por la Paz, en Santa Susanna, Barcelona…
Una Gran Apertura sentimos y respiramos quienes pudimos vivir este Encuentro en vivísimo directo.
Mi enhorabuena a la organización, voluntariado, artistas, maestros, participantes, artesanos, músicos, danzantes… y también mi agradecimiento a los lectores que os acercasteis al rinconcillo mágico donde tantas plumas hicieron guiños de colores… Festival Open Heart
Por detrás de lo que ves
El maquillaje suaviza
las arrugas de mi rostro
y recién he planchado
el traje que me ves.
Solamente el suelo sabe
que están rotas
las suelas de mis botas.
Sólo el cielo descubre
que también hay nubes
por detrás de mis ojos…
Villanueva de los Infantes
La Concejalía de Cultura de Villanueva de los Infantes, que coordina Encarnación Navarro, ha programado un encuentro con la poesía en la Casa de Cultura La Alhóndiga
Un encuentro con el poder creativo de la palabra, a través de la narrativa y poesía de Ángela Castillo. La Introducción corrió a cargo de Domingo García.
El desarrollo del acto ha sido sencillo y directo. La poesía fue la gran protagonista y nos asomamos a ella a través de los poemas de Miradas Peregrinas.
Poesía desnuda, sin artificio, sin exceso de logística, directa a través de la voz y de la emoción.
El público quedó satisfecho. Se oyó un gran aplauso para los valores de la poesía y de todos los viejos y jóvenes poetas de esta tierra.
La palabra tomó fuerza y se inspiró en los asistentes. Ahora conocemos un poco más qué es el mirar desde los ojos de la poesía.
Recital Poético
Encuentro con la Poesía de Miradas Peregrinas y con la obra narrativa de Ángela Castillo en el Castillo de Abén Yucef. TerrinchesCiudad Real.
La poesía es universal, de todos los lugares y pueblos, cuando nos habla de las cosas sencillas y comprensibles que transcurren en el gran viaje o peregrinación de la vida.
Miradas Peregrinas y sus tres predecesores – Semillas de un Sueño, Girasoles al Amanecer y Los Ojos de la Noche – ofrecen una mirada poética y literaria que nos aproxima al universo de las palabras y al lenguaje intemporal, sin edad, contenido en los libros escritos y leídos con corazón.
Es el impulso que habita en todos los rincones donde el ser humano deja impresa su huella y que toma vida en cada latido de la página blanca, en cada verso libre, cuando consigue transmitir, sin fronteras, en el lenguaje de la emoción y del sentimiento.
La Introducción al acto fue a cargo de Domingo García
Belleza
Hay lugares, comunes o insólitos – depende de cómo los mires -, donde las formas de la naturaleza se ordenan de tal manera que, cuando uno observa la imagen, se pregunta qué hace posible la expresión de tanta armonía en un simple espacio, si es la luz o su reflejo, el río o la arboleda, el canto del pajarillo o el rumor de las aguas…
Lugares insólitos donde todo está presente en su particularidad sin que nada destaque por sí mismo. Será por eso que resulta imposible atribuir un solo motivo a la belleza.
También hay momentos, fugaces o eternos – depende de cómo los vives -, en los que la luz de una mirada encuentra en otros ojos un espejo de aguas mansas que refleja tu mundo sin distorsiones, así como tú eres, así como estás siendo creado y recreado.
Coincide el instante con ese intervalo en que la mente se aquieta, los pensamientos desisten de saber, de interpretar, de suponer, de analizar… Y, entonces, del trasfondo de esas pupilas emerge un paisaje con rumor de pájaros que cantan su alegría en la arboleda o revolotean sobre un río de emociones serenas.
Momentos insólitos cuando todo está presente en ti, acogido por la luz de una mirada. Y, si algo destaca, es la Belleza que se está mirando en el espejo que tú le ofreces.
Extracto del libro Miradas Peregrinas
La distancia justa
Pienso a veces en la distancia justa que mantenemos las personas para no invadirnos en nuestra intimidad ni sentir el frío de la lejanía.
Me gusta el lenguaje del abrazo porque, sin medidas ni palabras ni confusiones, dice claramente cuán lejos o unidos estamos…