Una Voz quiere convertirse en Palabra y decir lo que Sabe, pero los guardianes de la sapiencia la tienen aprisionada entre el pecho y la garganta. Acaso sea porque llega este Verbo con una afirmación rotunda que anula sin cautela todo aquello que yo sabía: NADA SABES DE LO QUE CREES SABER... El Instante decide si combato con esta Verdad naciente o me muestro coherente con esos trozos de verdades que se convierten en mentiras concretas, las que tod@s acordamos por avenencia. Mas, por un momento, aunque sólo sea por uno muy breve, sé que la Palabra eligió mostrarse en esta conquista, pues siento que su danza vivificante traspasa los límites que la aprisionaran antes.
A veces también sucede que el discurso coherente se rebela imponiéndose, pero no llega sino hasta donde la experiencia llega. No logra estirarse más allá de sus límites si no hay emoción ni fuego que lo sostengan. Se rompe así, en el mismo momento de pronunciarlas, la cohesión interna de las ideas, cual si fueran frágiles bocanadas de humo que se deshace al salir de la chimenea. Entonces llevo las frases de regreso a la piel del tambor, al canto, a la hondura del pecho, para que mis palabras beban de la fuente del sentimiento. No pasa nada si antes de alzarse al vuelo enmudecieran unos segundos en el latido primero ya que un renacido impulso las hace siempre danzar de nuevo.
¡Palabra que en tus altos vuelos te enamoras de un canto y un latido! ¡Ven! quédate un rato en la solidez de mis ramas. Haz tu nido de esperanza entre tantas ideas que se balancean al son de los vientos, para que un día cercano canten de dicha tus sílabas, para que tu música colme el vacío de tantas frases que quedaron secas en el olvido.
Girasoles al Amanecer en Samba Brasil Horta – Barcelona
¡¡¡Gracias, amig@s, por sumar tantas notas a este Encuentro!!!