El pensamiento creador dista mucho de esa fábrica de ideas que se apoderan de mi imaginación; ahí no pienso sino que soy pensada por la idea en sí. ¿Acaso no son los árboles y flores y lagos y cisnes y montañas… la imaginación creativa de la Naturaleza que ha sabido pensarse a sí misma en forma de frescor, belleza, y abundancia?
Nada, salvo el pensamiento compulsivo o reactivo, me impide pensarme como canto a la luna, como transparencia de río, como luz dorada del ocaso, o como brisa que susurra entre los árboles…
Presentación de GIRASOLES AL AMANECER en la Biblioteca Pública de Guadalajara
¡¡¡Gracias, Guadalajara, por esos interrogantes que nos condujeron a nuevos entendimientos!!!